9.25.2005

Palabras


Si las palabras fueran suficientes quizá ya no llorarías, podrías, literalmente, hablar tus penas o tus alegrías. Las lágrimas se te escapan y cada una es una gota de alivio que moja tu alma, en esos momento donde el pasado atropella y se lleva los sueños, las palabras se desvanecen. Enmudecer no es perder el habla, es no saber que decir. Y yo que creí que siempre tendría a mis palabras ahí para salvarme y salvarte...
El día que no tenga en mis manos la palabra que te robe una sonrisa, la inventaré; y habrá una palabra más y una lágrima menos en tu vida. No serán las cinceladas palabras de aquella poesía borgeana, pero serán las que compongan la canción más hermosa del mundo.
Hablar, escuchar, sentir y sufrir, la dialéctica de los sentimientos en ocasiones es dura y golpea donde duele, pero de su síntesis nos alimentamos para crecer. El miedo es una sombra, a veces la pisamos, otras veces nos cubre, y la noche está toda infectada con él. Pero sabes muy bien que cuando gires tu ojo interior para verle el rostro ya sólo quedaras vos. Y yo te estaré tomando de la mano. Como ayer, como hoy, como mañana...Volvé a crear las palabras, llamá “olvido” a la soledad y “futuro” a tus ilusiones. El resto de las palabras las iremos creando con el paso del tiempo, hasta que logremos escribir con ellas la historia de aquellos dos corazones heridos por 5 espadas...

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No es que las palabras no alcanzan, es que, en las raras ocasiones en que nos iluminamos, vamos demasiado rápido y ellas todavía no nosalcanzan. La cuestión es si uno debe, quiere o puede pararse a esperarlas.

Siempre muy bueno lo tuyo, Tofa...

septiembre 25, 2005 3:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las palabras, ¡ah! las palabras. Si yo pudiera contar, como decís vos, mi pasado, si pudiera escribir la historia de mi vida y luego verla desde una butaca en un cine tomada de tu mano el alivio sería grande. Pero aún no encuentro esas palabras, ese guión que contará mis horas oscuras, esa cara triste que la vida se empeño en mostrarme y que hoy vos desafias. Hoy vos le hacés pito catalán a mi pasado y me das amor y alegría, las dos cosas que escasearon en mi niñez pero me acostumbré tanto al horror, la excepción se transformó en la regla, y ahora es difícil ver el brillo, querer seguir a pesar de las dificultades. Pero acá estoy, ya de vuelta en casa y esperando que se abra la puerta para abrazarte.

Gracias, amor.

septiembre 30, 2005 4:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que palabras más hermosas... quizas ya te lo dijeron pero me has dejado muda... realmente me has emocionado. Espero de corazón que sientas esto por alguien, y aquella mujer será muy afortunada.

<< Tytania >>

octubre 11, 2005 7:21 p. m.  

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