5.30.2005

El Viejo Antonio y otras yerbas

Listo. Ya terminó esa fucking semana y puedo darme más tiempo para actividades extra-curriculares... Mientras mi mente trata de acomodarse y sacudirse después de haber quedado hecha gelatina, les propongo la lectura de lo que es el comienzo de un buen libro que me prestó mi amigo Guilly (gran guitarrista y pensador rebelde). El libro se llama “Relatos de El Viejo Antonio” y su autor es el Subcomandante Insurgente Marcos.

«Sueña Antonio con que la tierra que trabaja le pertenece, sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad, sueña que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte, sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena, sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse, sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo. Sueña que debe luchar para tener ese sueño, sueña que debe haber muerto para que haya vida. Sueña Antonio y despierta... ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe. Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros. Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos. Sueña el virrey con que su tierra se agita por un viento terrible que todo levanta, sueña con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruida y que el reino que gobernó se derrumba. Sueña y no duerme. El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo. El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es brujería india y entre todos deciden que sólo con sangre se librará de ese hechizo y el virrey manda matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo.
En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar.»


Muy claro, no?
También recomiendo mucho un tema de una banda que se llama El Portón, que hicieron basándose en el comienzo de este texto y que es muy linda canción.

Hasta acá llegué. Pero pronto tendrán novedades, así que no cambie de canal, doña!

5.27.2005

Solo un poco más...

Un post rápido. Sólo para tranquilizar a los cientos de visitantes diarios (cri...cri...) que piden a gritos nuevas incursiones de mis palabras en este efímero espacio.
Dentro de unos días retomaré la actividad bloguera, acontece que estoy muy ocupado con un trabajo para Literatura Española I que tengo que entregar y que me está partiendo la cabeza...
El Cid Campeador y el Caballero Zifar se pusieron de acuerdo para darme trabajo esta semana, por eso no postié nada. Pero no temais! Volveré este fin de semana supongo...
Además la vida me va llevando por nuevos senderos. Eso tambien me ocupa mucho la cabeza ultimamente. En fin... Me voy a dormir, mañana será un día largo.

5.22.2005

La Ceguera

Un hombre se levanta y mira por la ventana cómo el resto de los hombres se levantan y miran por la ventana. No le resulta curioso, quizá porque en el fondo le gusta no ser el único con esa maldición. Mira con mayor detenimiento la imagen que le muestra la ventana. No se horroriza al notar que esa cicatriz en la mejilla es prueba indiscutible de que todos esos hombres son él mismo. No quiere hacer juicio sobre eso, prefiere mantener abierta la posibilidad de que sea un sueño o una pesadilla, este hombre ya perdió la capacidad de diferenciar una de otra. Se siente observado, observado por esos hombres que son él mismo, eso lo aterra. Él es un hombre que vive en una casa sin espejos, que evita que su rostro se refleje en superficie alguna. Ahora, por un maldito y descabellado capricho de la realidad, se encuentra mirando esa ventana que lo muestra multiplicado hasta el infinito, hasta perderse en la incoherencia de su misma existencia. No puede escapar de la situación, siente que finalmente morirá viéndose morir. Repasa su vida en un instante construido de pasado, presente y futuro; maldice el día en que abrió esa ventana y la vida le mostró lo que él nunca quiso ver. Hombres que miran por la ventana, todos iguales y repetidos hasta el hartazgo, él, él y él una y otra vez. No soporta tantas miradas sobre si, por primera vez en su vida agradece ser ciego y no poder ver esos ojos que lo miran, que son sus ojos. No lo comprende, no tiene sentido. Este hombre nunca se miró, cómo ahora se está miran infinitamente y en un instante que no acaba...?
Es un sueño –piensa-, pronto todo acabará, volveré a mi vida de oscuridad, sin reflejos ni miradas que me iluminen. Pero con un parpadeo esa ilusión se destruye, la realidad lo abofetea de nuevo. Si, como dijo Borges, dilatar la vida de los hombres es dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes, el observador al pie de la ventana las multiplicaba con cada parpadeo, dilataba su agonía con cada mirada que lo penetraba y lo interrogaba, hasta el infinito.
La realidad jugaba con él porque quiso evadirla, el hombre que intentó ser ciego se desmoronó cuando un espejo se abrió delante de él. Cuando la ventana se cerró ya no hubo oscuridad profunda e inexpugnable. Los hombres de la ventana se hicieron uno con aquel reflejo del otro lado del espejo y quedaron inmortalizados en su pupila. Ya no era ciego, finalmente se vislumbro a si mismo y no pudo más que llorar, llorar incontenible y penosamente.
Así la pesadilla concluyó, el hombre se despertó, se vistió, miró por la ventana antes de apagar la luz de la habitación, se quitó con dolor una lágrima solitaria y salió hacia su trabajo.
Ahora puede apagar el equipo.

5.19.2005

Bs As

Una servilleta de papel puede ser lienzo del mejor de los artistas. No es éste el caso, pero dejemos que la birome diga lo que tenga que decir. Es mejor liberar las palabras que dejarlas tras la reja de la timidez o la introversión.
Pensemos en nuestra ciudad, una gran mancha de indiferencia a orillas de un testigo mudo que sufre como cualquier otro, que no puede mantenerse indiferente pues él y ella son uno, o al menos ninguno de los dos sería lo que es sin el otro. Tremenda simbiosis, el testigo la padece, la ciudad, una vez más, es indiferente.
Hasta que punto se puede no sufrir al sangrar? Claro, no importa. La sangre de unos es el alimento de otros, y cuando el sufrimiento es moneda de cambio ésta economía de la crueldad, manejada por falsos reyes y aplaudida por ciegos vasallos, es la maquinaria para destruir sueños, anhelos y realidades.
Aquel testigo que se despierta en las noches por el frío y el hambre y se horroriza por los recuerdos, penas insondables que duran lo que las vidas de muchos hombres y que ya no pueden mitigarse, nos refleja como somos, grises, oscuros, turbios. A veces un rayo de sol o una mirada enamorada nos hace brillar, pero nadie escapa más que por instantes de su propia e inevitable conciencia de hombre gris.
El testigo mira y calla, esa es su verdad. No ayuda ni al tirano ni al esclavo ni al que se rebela ante ese orden. Solo está ahí, expectante y melancólico. Pero mirándolo a los ojos su alma nos cantará canciones tristes, que serán sinceros retratos de la ciudad a la que mira. Una ciudad forjada con la matanza nativa, edificada sobre sueños perdidos, iluminada por espíritus inolvidables, oscurecida por tormentas de injusticia y sinrazón; una ciudad que vive casi por inercia, ciega para ver el precipicio, sorda a los gritos desesperados que aturden y advierten, y muda a su gran testigo, que permanece atónito sin comprender siquiera su propio nombre. Siento que la ciudad intenta hablar, no hay palabras pero tal vez haya diálogo. El testigo se hizo lluvia, le moja la cara y le empaña la vista, la ciudad por un rato será esa chica triste que busca el abrazo que la proteja. Mi Buenos Aires querido vive y a la vez muere, pero con la lluvia sobre ella todo se ve como detenido, como infinito, hermoso.

Estaba en el buffet de la Facultad esta tarde y me salió eso. Escrito en una servilleta de papel con manchas de café... Me gusta esta ciudad cuando llueve. Aunque ahí arriba no se note mucho...

5.15.2005

COMO NADA PUEDO HACER...

Anoche me acordé de esta canción de La Bersuit. Una canción de cuando eran Bersuit Vergarabat, cantaban cosas como éstas a viva voz y la guita les chupaba un huevo.

En el 90' le escribí al amor
y la miseria me hizo callar
es que mi panza empezó a mandar,
fue insolente, perdonen
fue mi poesía un poco mas vulgar,
no fue muy sabia, repetia una frase
que entonces controlé.
Lo vi a Fito sentado en un bar
con una Bic cargada de alcohol
es que su panza empezó a mandar
y le ordenó que se vaya,
estaba colgado, no podía coordinar
veia a los profetas nuestros vestidos de jinetes
cabalgando a otro lugar,
cabalgando hacia el final,
repetía la misma frase
y un agente lo hizo callar.
En el 90' cante rock and roll,
subterráneo fue mi color
aficionado a la marginación,
representaba unos pocos,
ellos coreaban su resignación,
que lindos días, rompíamos estadios
cantando la vieja oración.
2005 y me voy a pasear
con mi nuevo Ford Pluton,
seguramente al ex Luna Park
donde hay un shopping de decoración
ya mejoró mi condición social,
estoy casado, mi casa necesita muebles nuevos
volviendo a casa, vi a la gente del 90'
cantando la vieja oración,
yo me bajo de este auto
mi silencio fue traición,
las metáforas no sirven cuando muere la nación,
esos locos gritan, gritan
como ahora grito yo.
Hijos de puta! hijos de puta!
Como nada puedo hacer, puteo
Hijos de puta! hijos de puta!
Cuando el silencio se gane un lugar,
como nada puedo hacer puteo
todas las llaves solo cerraran,
como nada puedo hacer puteo
ya nuestras fuerzas no dan para más,
como nada puedo hacer puteo
hijos de puta! hijos de puta!


Muy buena canción, sobre todo para leer ahora, unos 13 años despues de haber sido escrita...
Lo más curioso es que me acorde de este tema estando yo en el Kiljenny. Si, que hacía yo ahí, no? jaja Andá a saber... Por alguna mina quizas...
En fin, me dieron ganas de colgar la letra acá para que los que no la conocen la descubran. Buen provecho!

Frío (La noche no abriga lo suficiente)

Madruga perdida, ya sin rumbo, ya sin motivo, ya un requiem a la noche. Sentir frío es la manera de notar que no es un sueño, ni una pesadilla. Pasó otra vez eso que pasa siempre.
La temperatura baja lo suficiente como para hacerse notar, y alguien en una parada de colectivo insulta a su suerte, que lo dejó vacio. Se cruza de brazos, esconde el cuello entre los hombros para escapar de lo inevitable, ese escalofrío interminable. Al mirar a lo lejos no se ven más que fantasmas, los que salen de su cabeza y se rien de él. Ya pronto amanecerá, la luz se llevará la noche, el sol se llevará los fantasmas, un nuevo día será pero el frío no dejará de mostrarnos porqué somos tan débiles, tan indefensos, tan vulnerables...
Hasta ahora, lo único que encontré para luchar contra el frío y su maldita sabiduría es el abrazo cariñoso, ese que tranquiliza y protege, que abriga y seduce. Y no hace falta que sea de la persona que amas porque no hace falta el amor para eso, con la persona correcta es suficiente.
Me voy a dormir. Si releo esto que escribí seguro lo borro, asi que mejor no lo leo. Causas para haber escrito eso: 1- Hace frío; 2- A veces las cosas no salen como uno quiere; 3- Siempre hay una nueva oportunidad para que si salgan como uno quiere.

5.10.2005

El comienzo

En este sencillo pero emotivo acto, le doy vida a ese reducto virtual que llamaré [Todo Es Efímero]. Tratando de escapar a esa volatilidad de las palabras, que huyen de nuestra mente y casi al instante se pierden en una maraña de voces que nadie quiere escuchar, o que nadie puede oír. Cuando nuestras palabras son efímeras no podemos nada.
Este blog es una manera de que las palabras permanezcan ahí, expectantes, hablándonos siempre. No me alcanza con joder a mi amigos con un mail cada tanto, esto es distinto. Este blog será cincelado con palabras que sepan decir lo que pienso, lo que me pasa, lo que siento. Marcas imperecederas al paso del tiempo, y con él de la vida.
Veremos con el tiempo el camino que toma este blog...
Por ahora esto es todo.